Cuento Monce 2
Linda Lima, me zambullo en tu smog y me pierdo, me vuelvo una sombra más, sin nombre, sin pensamiento, sin sentimiento, sólo una imagen flotando, y es que la verdad, ¿Qué más puedo ser? Nada; es difícil precisar cuándo se jodió todo, pero de que se jodió, se jodió, el mundo perdió el sentido, si es que alguna vez lo tuvo, y nos dejó como único camino la deambulación, un mundo de sombras.
Por ahora deambulo hacia el otro lado de la pista, a cruzar el puente. Recuerdo cómo antes pensaba en qué pasaría si se cayera el puente, o si yo me cayera, no era tuviera pensamientos suicidas, sino que pensaba que podría entonces encontrar algún sentido: tipo las estúpidas películas motivacionales del tipo que pierde las piernas y luego gana una medalla olímpica; y además, me habría sentido importante echado en una cama en una clínica, quién sabe quizás tenía una visita sorpresa, que presa de las emociones, de haber visto tan cerca el perderme, me declaraba su amor eterno….pero nunca nada.
Pero si se tratase sobre cómo morir, no me molestaría hacerlo con la caída de un puente, tendría cierto tinte a lo “Indiana Jones”, lo malo es que aparecería en demasiados periódicos chichas y noticieros; aunque seguramente sería mejor que todas las muertes que me rodean: el calentamiento global, que ha hecho que ahora la gente se meta en la onda “green”, como si en un par de años se podría cambiar una vida de contaminación, y como si las personas que dicen que aman al planeta fueran igual de consistentes en sus actos, mi única esperanza es morir antes de que se noten los efectos de verdad; la gripe porcina, no hay nada peor que morir por culpa de un cerdo, y encima si me ponen en cuarentena, peor, muero y solo; el cáncer, la diabetes, los infartos, todos facturas bien pagadas de una vida basada en buscar un sentido que nunca llegó.
Ya nada tiene sentido: el activismo político, son los mismos tipos tras el poder, sólo que con distinto nombre; el amor, fue uno de esos tontos cuentos que nos metieron de niños, y nosotros creyendo que era real, cuando sólo es eso, un cuento; hasta la música perdió sentido, ya no hay un Cobain, un Morrison o un Lennon, maldito MTV, maldito dinero, maldito Francisco de Quevedo con su “Poderoso caballero don dinero”; maldito smog; maldito puente que no te caes; maldito yo.
En eso diviso a un pequeño bulto famélico, vestido de paisana, un bulto que alguna vez fue una mujer, con un rostro de tristeza y desesperanza total, pero aún así se sienta ahí, se arriesga al puente, al smog, a la gente, a mí, se sienta ahí a mendigar, aún cuando sabe que la muerte le va a llegar, y pronto y sin dignidad, aún así quiere aplazar ese encuentro inevitable, ¿Por qué?
Le doy un billete de 100 soles y sigo mi camino, no tiene sentido…pero lo hago.
3 comentarios
jose carlos -
@david: no hay nada que hacer...el aburrimiento hace pensar cojudeces, no? jaja
David -
"Recuerdo cómo antes pensaba en qué pasaría si se cayera el puente, o si yo me cayera, no era tuviera pensamientos suicidas, sino que pensaba que podría entonces encontrar algún sentido: tipo las estúpidas películas motivacionales del tipo que pierde las piernas y luego gana una medalla olímpica; y además, me habría sentido importante echado en una cama en una clínica, quién sabe quizás tenía una visita sorpresa, que presa de las emociones, de haber visto tan cerca el perderme, me declaraba su amor eterno .pero nunca nada."
jaja.
Hipocondriaca -
Creo que no he comentado en tu blog en mucho tiempo, voy a leer tu blog a ver qué cosas no he leído desde la última vez que revisé tu blog...